Nuestros dientes se bañan continuamente en saliva, la cual contiene calcio y otras sustancias que ayudan a fortalecer y proteger los dientes. Y si bien esto es bueno, también significa que tendemos a tener una acumulación de depósitos de calcio en los dientes. Esta sustancia se acumula con el tiempo y aunque por lo general es del color de los dientes y puede ser fácilmente confundido como parte de estos, también puede variar de marrón a negro. ¿Por qué? porque esta acumulación de calcio que parece inofensiva se convierte en sarro o cálculo si no se elimina correctamente. Al acumularse el sarro en los dientes, se proporcionan las condiciones adecuadas para que las bacterias prosperan al lado de las encías, lo cual puede convertirse en un problema mayor.
Por todo lo mencionado anteriormente, es de vital importancia realizarse limpiezas dentales adecuadas que eliminen la placa y el sarro (cálculo) que se han acumulado en los dientes con el tiempo. El propósito de la limpieza, que incluye también pulido, es básicamente dejar las superficies de los dientes limpios y suaves para que las bacterias no pueden adherirse a ellos.
A la limpieza profesional de los dientes se le llama también profilaxis, que es una una palabra griega que significa “para evitar de antemano”. En este caso, significa que ayuda a prevenir la enfermedad de las encías.
Usualmente las limpiezas dentales las hace el dentista utilizando instrumentos especializados para eliminar suavemente depósitos sin dañar los dientes. Ahora bien, aunque algunos no son muy amigos de los tratamientos en la boca, es más que necesario realizarse este tipo de limpieza al menos una vez al año (dependiendo del caso).
