Implantes dentales

Para suplir la raíz de un diente existen los implantes dentales, es decir, estructuras hechas de titanio (material biocompatible) en forma de tornillo que se utilizan cuando un paciente ha perdido una pieza dental completa. Cuando la raíz de un  diente está dañada y las posibilidades de recuperarla son prácticamente imposibles, es necesario hacer una extracción para luego poner un implante dental en dicha raíz perdida.

¿Qué tipos de implantes hay?

Existen varios tipos de implantes que se adaptan según el tipo de hueso. Si el hueso es duro o blando, el implante debe ser más o menos agresivo. Se diferencian por el tipo de diseño de la rosca y la forma como tal. También hay distintos tipos de medidas: anchos, delgados, cortos y largos, lo cual también depende de la cantidad del hueso  en el que se instala el implante.

La elección del implante depende de múltiples factores, la cantidad de hueso, la ubicación de la pieza perdida , etc, lo cual dejamos en manos de la experiencia de nuestro cirujano.

¿Qué técnicas existen?

También hay distintas técnicas que tiene que ver con la forma en que el implante se une a la corona. Se llaman: hexágono interno y  hexágono interno.

¿Cómo se instala un implante?

Se instala a través de un procedimiento quirúrgico. Dicho procedimiento se realiza con anestesia local y el tiempo que dura es relativo a la cantidad de implantes que se deben instalar, sin embargo, usualmente dura de 30 a 40 minutos por implante.

¿Qué pasa después de instalar el implante?

Luego de la cirugía, el paciente queda con puntos que se sacan aproximadamente 10 días después. Es necesario esperar la integración de los implantes, este es un proceso en el cual el titanio se une con el hueso por medio de fibras que genera el mismo hueso. De esta forma, el implante queda muy firme y resiste casi lo mismo que cualquier raíz dental.

Cuando esto pasa, es posible llegar a una segunda etapa que se trata de la instalación de coronas definitivas de porcelana.